Naciones Unidas, 25 feb (Prensa Latina) La recién nombrada representante permanente de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, asumirá hoy sus funciones en ese puesto, y además, proyecta un breve encuentro con la prensa.
Luego de presentar sus cartas credenciales al secretario general de la ONU, António Guterres, la embajadora se dirigirá a los medios acreditados ante el organismo multilateral, según anunciaron aquí.
Debido a la pandemia de Covid-19, esta cita con la prensa estará limitada a un número reducido de periodistas y se hará cumpliendo con estrictos protocolos sanitarios, como el distanciamiento y uso de la mascarilla, indicaron sus organizadores.
El martes, el Senado de Estados Unidos confirmó como embajadora ante la ONU a Thomas-Greenfield, la candidata del presidente norteamericano, Joe Biden, para ocupar ese cargo.
Con una votación de 78-20, esta veterana diplomática afroamericana -de 68 años- recibió el visto bueno de la Cámara alta.
En su audiencia de confirmación, habló de la necesidad de recuperar el compromiso con el multilateralismo y se refirió al «papel fundamental» que debe jugar Estados Unidos en el ámbito internacional.
Desde la administración de Ronald Reagan, ella ocupó diferentes puestos en la diplomacia estadounidense, pero con la llegada al poder de Donald Trump decidió apartarse de este campo y comenzó a trabajar para la consultora Albright Stonebridge Group.
En los últimos cuatro años, las relaciones entre el país sede del organismo multilateral y la ONU estuvieron marcadas por fuertes tensiones y desacuerdos.
Trump desde su llegada al poder en 2017 no cesó en sus ataques contra Naciones Unidas y sus agencias: de hecho, a varias de ellas recortó el financiamiento abruptamente y también se retiró de entidades del organismo multilateral.
Bajo su mandato, Estados Unidos abandonó la OMS, se retiró de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), y salió del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Además, decidió la retirada de la nación norteña del Acuerdo de París sobre cambio climático, del Pacto mundial sobre migración, y del Acuerdo nuclear con Irán, firmado junto con Francia, Alemania, el Reino Unido, Rusia y China y apoyado por Naciones Unidas.
Mientras tanto, el Gobierno de Estados Unidos incumplía con sus obligaciones como país sede de la organización multilateral, al negar visas a altos dignatarios y diplomáticos, y restringir el movimiento a los representantes de naciones acreditadas ante Naciones Unidas.
Varias de las primeras medidas tomadas por Biden al asumir la presidencia se enfocaron, precisamente, en revertir esas políticas de Trump al establecer la reincorporación de la nación norteña a la OMS, así como el regreso al Acuerdo de París y al Consejo de Derechos Humanos de la ONU.